«España tiene buenos, pero pocos, investigadores»
Entrevista: Nacho Abad Andújar
Es uno de los científicos españoles con mayor prestigio mundial. Bernat Soria, valenciano de 53 años, ha sido capaz de experimentar en animales una fórmula para curar la diabetes. El reto ahora es saber si su descubrimiento funciona con los seres humanos. En nuestro país hay detectados más de 2 millones de diabéticos, de los que 125.000 son del tipo 1, es decir, deben suministrase diariamente insulina vía intravenosa.
Este científico aterriza en Rivas Vaciamadrid el miércoles 17 de diciembre, a las 19.30 horas, en el CERPA, para dar una conferencia sobre las células madres y el futuro de la medicina regenerativa. Reputado catedrático de Fisiología y profesor en la Universidad de Alicante, es el director del proyecto de la Junta de Andalucía sobre este tipo de investigaciones.
Por los problemas legales que existían en nuestro país con el anterior Gobierno, se exilió laboralmente a otros rincones del mundo como Singapur. Allí tuvo que proseguir con sus trabajos.
El pasado 9 de noviembre, Bernat Soria inició en Granada la investigación con células madres, una fecha histórica para la medicina española, después de que el Consejo de Ministros aprobara el decreto que autoriza su investigación. «Viajar y colaborar mucho es normal en ciencia. Lo que no es normal es tener que trasladar un proyecto a otro país por problemas legales», explica.
P. ¿En qué consiste el trabajo científico de Bernat Soria?
R. Últimamente en viajar mucho. En cuanto al trabajo de investigación, exploro la posibilidad de que las células madres pluripotenciales, tanto de origen embrionario como adulto, se transformen en células productoras de insulina para tratar los casos de diabetes.
P. Con la nueva aprobación del Gobierno actual, ¿dejará Bernat Soria de vivir en los aeropuertos?
R. Eso espero. Esa es una de mis ilusiones. Espero vivir en una ciudad como el resto de los mortales. Ya he conseguido aprender a trabajar en los aeropuertos. Pero es mucho más efectivo estar en el laboratorio intercalando experimentos.
P. Y hasta cinco años no tendremos una aplicación terapéutica.
R. Eso sería el plaza mínimo. El máximo nadie lo sabe. Para ser correctos, tardaremos cinco años en comprobar si las propiedades de las células permiten aventurar una nueva terapia. El plazo máximo nadie lo puede decir, y más en un tema donde no hay respuesta a la pregunta. Ha funcionado en animales, pero eso no quiere decir que vaya a funcionar en personas.
P. ¿Qué hemos perdido con ese tiempo de prohibicionismo que caracterizó al anterior Ejecutivo?
R. No lo hemos perdido todo, pero hemos perdido algo. En investigación, los trenes pasan muy deprisa, y es muy fácil perderlo, como nos pasó con el genoma humano. Ahora hay que intentar que con las células madres no se pierda de nuevo. Pasarse cuatro o cinco años intentando hacer unos experimentos buscando sitios donde hacerlos no es la forma de ser más productivo.
P. ¿Por qué hay sectores sociales que se oponen a la investigación con células madres?
R. Ese sector es cada vez más pequeño, porque los partidos mayoritarios están a favor, no hay ninguno en contra. Pero hay un sector de la sociedad que no está de acuerdo. Y la razón más poderosa que se esgrime es que el embrión y unas pocas células ya constituyen un ser humano y una persona, y por lo tanto, utilizarlos en investigación es matarlo. Es un error dar ese estatuto a un embrión. No quiero decir que un embrión no tenga ningún valor moral, pero no es similar al de un ser humano. En determinadas condiciones, y con los debidos controles, parece más pertinente y más ético utilizar esos embriones con fines terapéuticos que dejarlos simplemente morir.
P. ¿Está la sociedad española más avanzada éticamente que algunos dirigentes políticos?
R. La sociedad en más de un 90 por ciento está a favor de la investigación con células madres. Los políticos suelen ser más conservadores que su sociedad. Cuando se legaliza la vida en común de una pareja de homosexuales, hace años que están viviendo y aceptados por la sociedad, amigos y familias. La sociedad es mucho más progresista que los líderes políticos o religiosos.
P. La ciencia y la tecnología, ¿es lo que nos defiende de lo desconocido?
R. Sin lugar a dudas. El conocimiento, la investigación que se traduce en ciencia y tecnología es la mejor defensa que hemos encontrado ante el virus del sida, por ejemplo. No me vale que se me haga una traducción filosófica o ideológica. Quien realmente ha ayudado a los enfermos de sida es la investigación científica.
P. En cuanto a progreso científico, ¿en qué nivel se encuentra España?
R. España tiene buenos investigadores, pero pocos investigadores. Como país no podemos funcionar con pocos investigadores. Necesitamos una masa crítica de investigadores más grande. Estamos jugando en segunda división, intentando el ascenso a primera, pero sin conseguirlo.