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‘PENSAR EN UN MUNDO DE RUIDO’
SÁBADO 18 OCTUBRE / 18.00.
Salón de actos del Ayuntamiento.
Fake news, algoritmos, inteligencia artificial, cámaras de eco, postverdad… Conceptos que copan la realidad digital y que, en lo social, se traducen en ocasiones en fragmentación y ruido que disuelve los necesarios vínculos que dan confianza y sentido a lo comunitario. La charla del sábado 18 de octubre, dentro del Festival de Imaginación Urbana Ágora Rivas 2030, reflexiona sobre estos y otros temas con Rocío Vidal, La gata de Schrödinger, periodista y divulgadora científica, de 32 años, que analizará cómo funcionan las comunidades digitales que incrementan la polarización, el odio y la erosión de lo común. Con 926.000 suscriptores en Youtube o 439.000 seguidores en Instagram, Vidal es una de las voces milenial más respetadas por su labor desmontando bulos y mitos que corren por las redes.
¿Las fake news hay que combatirlas o ignorarlas?
Depende. No podemos dar un altavoz a cada persona que diga una barbaridad por Internet, pero cuando una noticia falsa ya ha tenido su recorrido, porque al final los bulos corren muy rápido, ahí si tenemos una responsabilidad de contrarrestar.
Cuando las tratamos de combatir, ¿colaboramos con el algoritmo para aumentar su difusión?
La experiencia nos ha demostrado en los últimos años que eso de ‘a los monstruos no mirar’ no siempre funciona. Muchos mensajes han encontrado vías paralelas por redes como Telegram, Instagram o TikTok para alzarse y encontrar un altavoz sin que la gente que lo desmonta se lo haya dado. Dejar que corran contenidos muy peligrosos o desinformadores, incluso para la democracia, sin contrarrestarlos, no sé hasta qué punto es positivo porque ya tienen ese altavoz mas allá de que nadie los esté combatiendo. Un ejemplo son los mensajes negacionistas que se hicieron muy virales sobre que la tierra es plana. Hasta que no se hizo muy viral no empezamos a contrarrestarlo para no hacerle caso pero llega un punto en que tiene igual de altavoz. Y el algoritmo los difunde porque es lo que vende.
¿Hay que salir de nuestra burbuja de conversación, de esa caja de eco donde siempre recibimos la misma información?
Soy una firme defensora de intentar salir de nuestra cámara de eco todo lo posible para no aumentar más esa polarización que caracteriza nuestra época. Cada vez los mensajes son más sesgados y nadie es capaz de entender las motivaciones del otro . Y eso, cuando sales de la cámara de eco, contrarrestas y ves más allá de cuentas de Instagram o Twitter anónimas. Hablar con personas distintas no tiene que hacer que te replantees tus ideas pero sí, al menos, tener una visión más global de por qué el mundo es como es con toda su diversidad.
Internet contiene todo, lo bueno y lo malo, pero ¿nos falta formación para saber discernir conocimiento de desinformación?
Nos falta formación y nos falta regulación. Con la inteligencia artificial (IA) esto está yendo muy rápido. Podemos ver ‘deep fakes’ [imagen, vídeo o audio creado por IA] que no tienen ningún recorrido legal, o muchas nuevas formas de bulos para los que no estamos preparados. Ni informados ni regulados, por lo que va a ser cada vez más difícil poder detectar lo que es verdad y lo que es mentira. Si no tenemos una regulación que obligue a etiquetar todo el contenido hecho por IA vamos estar perdidos.
“Nada es testimonial ni inocuo. Todo está relacionado y aupado por el algoritmo”
¿Cómo se ha podido colar el terraplanismo en algunas corrientes de conversación?
Creo que porque parte de una premisa que, de primeras, puede ser tan surrealista que llama mucho la atención y muchas personas pueden empezar a ver estos vídeos por curiosidad, a escuchar y a pensar que eso puede tener cierto sentido. Como sabemos, el algoritmo te enseña todo el contenido similar o igual al que estás consumiendo. Así entras en una espiral en la que pasas de ‘la tierra es plana’, a ser antivacunas, a creer en conspiraciones de la agenda 2030, etc. Nunca nada es testimonial ni inocuo, sino que todo va muy relacionado y aupado por el algoritmo.
¿Damos a lo que encontramos en las redes sociales la misma credibilidad que tenía antes la televisión?
Ahora tenemos muchas más fuentes de información. Antes había dos o tres canales y lo que salía por ahí iba a misa. Ahora tenemos más capacidad de informarnos bien pero, paradójicamente, estamos tan sobresaturados de información que no somos capaces de discernirla, asique nos hemos ido al otro extremo, pero la consecuencia es la misma, tanto por sobresaturación como por falta de ella no estamos bien informados.
«Estamos viendo casos incluso de psicosis inducidas por inteligencia artificial»
¿Asistimos al sepelio del pensamiento crítico?
No me gusta ser tan catastrofista. Yo al final doy los mensajes porque creo que estamos a tiempo y prefiero alertar ahora y dar herramientas antes de que sea demasiado tarde. No es una época fácil pero creo que ninguna ha sido idílica. Esto es lo que nos ha tocado vivir y lo que tenemos que hacer es adaptarnos con nuestras herramientas para intentar tener ese ecosistema mental en que, más allá de la desinformación, a nivel cerebral no saturarnos, no perder capacidad de concentración, que estamos viendo que en la última década la hemos perdido sustancialmente, y por tanto hemos perdido la capacidad de leer en profundidad, de entender cosas abstractas. Nos informamos en base a titulares pero seguimos teniendo una pequeña parcela de poder en la que combatir eso.
¿Qué pronóstico lanzaría respecto a las IA a largo plazo, ¿nos mejorará, nos polarizará aún mas?
Hoy en día soy bastante escéptica en cuanto a que vayan a mejorar la humanidad por lo que estamos viendo. Lo que haría con ellas es volverlas mucho más frías y asépticas porque estamos viendo casos incluso de psicosis inducidas por inteligencia artificial. Al final, la IA tiende a reforzar tus ideas, a darte la razón en todo, y esto está provocando que haya personas que se crean que tienen ciertas cosas o que crean que tienen una relación parasocial con la IA. Las IA conversacionales deberían ser mucho más frías y asépticas, como si le estuvieras preguntando a Google, y refinar el contenido que ofrecen. También, dar el mensaje a la gente que no es una fuente de información fiable, siempre hay que chequear.
«Los espacios de conexión de tú a tú te llenan y te completan a nivel personal, intelectual o moral»
Viene a un festival de imaginación urbana donde se va conversar y reflexionar en torno a las ciudades que deseamos. ¿Nos faltan espacios donde pasen cosas fuera del contexto digital?
Nos faltan espacios de vida, de reunión no capitalizada, no pasada por la herramienta del consumo. Zonas verdes, parques, actividades al aire libre sin todo ese control. Tenemos que volver a reunirnos en persona; tendencia que ya se ve; esto es un efecto péndulo y en el momento tan tecnológico que vivimos ya hay mucha gente que desea reconectar. Al final está en nuestras manos.
¿Necesitamos hoy más que nunca ese ágora, esa plaza pública desde que la que transformar la indignación en vínculos?
Totalmente. Yo creo que los espacios de conexión de tú a tú te llenan y te completan a nivel personal, intelectual o moral. Yo vivo mucho en el mundo digital, y conectar en persona es imprescindible. El contacto humano es lo único por lo que tenemos salvación respecto a las IA porque creo que hay algo inherentemente humano con conectarnos los unos a los otros. Creo que es el momento de reivindicar que existan estos espacios y que los promocionemos por encima de muchas otras cosas.
