– Mira las fotos realizadas por la ciudadanía ripense durante el confinamiento.
Texto: Álvaro Mogollo
#SoyHistoriaDeRivas es un proyecto ciudadano que ha consistido en fotografiar, ya fuese en exteriores o desde los hogares ripenses, lo que ha ido sucediendo en la calle durante los duros meses de confinamiento. Las imágenes están disponibles en el Archivo municipal. Las personas que no hayan vivido la experiencia podrán conocer qué sucedió y cómo se sintió la gente en la primavera de 2020, cuando todo un país, y con él Rivas, vivió un acontecimiento histórico.
Los vecinos y vecinas, con sus fotografías realizadas desde sus balcones y ventanas o a pie de calle durante los meses de confinamiento por la COVID-19, han construido un rico y heterogéneo relato visual para las generaciones venideras. La idea partió del Archivo municipal: generar patrimonio de un acontecimiento, por desgracia, histórico. Así lo explica la archivera Sonia Crespo, encargada de pilotar la iniciativa: “En los archivos conservamos documentación oficial para que se consulte en el futuro, como una carta de Felipe II, por ejemplo, pero no tenemos documentos de la ciudadanía que vivió durante su época”. Y eso es lo que ha pretendido reparar ahora el Ayuntamiento ripense.
La historia se construyó antaño a base de documentos oficiales, pero desde el siglo XIX, los archivos trabajan activamente para que se documenten las vivencias de la gente que no participa en la vida más oficialista, conservando así sus pareceres para que también puedan ser consultados en el futuro. La situación de la COVID-19 situó al país ante un momento histórico: “Supusimos que dentro de 100 años habrá historiadores a los que les interese investigar sobre lo que hemos vivido. Así que, desde esa posición teórica, se decidió llevar a cabo el proyecto. La ciudadanía nos aportó sus visiones del momento con su propia documentación, que será conservada en el Archivo municipal”, relata Crespo.
Esta colección fotográfica vecinal puede ser consultada online a través de la página del Archivo en la web municipal (rivasciudad.es). Y estará disponible presencialmente cuando se den las condiciones sanitarias adecuadas, no descartándose una futura exposición. La idea es que se puedan materializar otras iniciativas similares con otras situaciones y enriquecer el contexto presente para aquellas personas que en el futuro quieran saber cómo vivían las generaciones actuales.
Una de las personas que ha participado en la colección fotográfica durante el confinamiento ha sido Jorge Fernández, profesor que compartió una imagen del paisaje que se expande desde su domicilio. “Desde mi casa se ve mucho horizonte, y en mi fotografía se aprecia la tormenta, que era lo que vivíamos sentimentalmente, todo un poco nublado. Pero al fondo se vislumbra algo de luz, que representa la esperanza para poder salir adelante”, cuenta.
Sobre cómo vivió esas semanas de incertidumbre, admite que hubo altibajos: “Había días que íbamos bien; otros, peor. Pero teníamos una rutina de desahogo mental, buscábamos un rato para escuchar música o mirar el paisaje, en definitiva para desconectar del mundo y aislarnos. Un ratito de relajación personal, que nos ayudó bastante”. Como docente, tuvo que cambiar sus métodos laborales a través de sistemas telemáticos: “Nos concienciamos, sabíamos que había que trabajar desde casa y nos adaptamos a ello. En una situación así, también es importante cumplir dentro de lo posible las normas de convivencia con el resto de la familia”.
“La idea es buena porque servía para que la gente hiciese otras cosas y se olvidara un poco de la situación complicada que estábamos pasando. Y, claro, una vez que estás con ello, empiezas a buscar las mejores opciones de fotos, los ángulos y demás. Te entretiene”, apostilla sobre #SoyHistoriaDeRivas.
También forma parte de este legado fotográfico Inmaculada Zamora, vecina ripense que se animó a participar casi de casualidad: “Aunque conocía el proyecto, que me parece estupendo, no pensaba participar. Pero una tarde, mi hija y yo nos asomamos a la ventana a aplaudir y había un cielo especial. Así que pensé en fotografiar ese momento y dejar en el recuerdo una situación que repetíamos diariamente”.
Muchas de las instantáneas tienen un gran valor simbólico: “Me gustó esa imagen en concreto, que aunque no tiene una gran calidad fotográfica, sí posee una gran carga emocional, ya que durante muchísimos días solo pudimos ver la calle a través de la ventana. Mi hija lo vivía de forma especial, deseando volver a tener contacto con el exterior”.
Su hija Henar es la protagonista de la foto y sale acompañada por su gato en uno de los múltiples aplausos que desde muchos hogares españoles se han brindado al colectivo sanitario. Pese a ese recuerdo, Inmaculada invita a reflexionar al respecto: “Me gustaría que esas ovaciones no se quedaran simplemente en un gesto y que la solidaridad se reflejase en todo lo que hacemos. Espero que después no lo olvidemos todo, sin haber aprendido nada”.
Sonia, la archivera municipal, destaca el toque emotivo de esta galería histórica: “Con un documento tasado se prueba un hecho, que es lo más habitual en un archivo en el que suele haber mucha documentación legal. Pero las imágenes son muy jugosas porque a cada persona le transmite distintas ideas, ya sean abstractas u objetivas”.
Para preservar ese espíritu de libre expresión de todas las personas que querían comunicar sus sentimientos, se pedía una descripción junto a la imagen, que se ha respetado en todos los casos: “Cuando se rellenaba el formulario, se pedía un título, evocador o literal. Y así se ha reflejado, para que pase a la historia tal y como ha querido cada participante”.
¿Cuáles han sido las temáticas más reflejadas? “Muchas atestiguan el cambio ambiental que se produjo, con el césped crecido, los animales más cerca de la localidad o paseos con mascotas por calles desiertas. Otras reflejan energía, buscando dar ánimos a las personas que estaban en la misma situación. Y también agradecimiento a todo el personal que ha trabajado en primera línea, así como un recuerdo a la gente que ha fallecido”, precisa.
Unas fotografías que expresan cosas muy distintas y que a cada persona le evocan sensaciones diferentes. Sin embargo, todas ellas tienen algo en común: ya son historia de Rivas.
