AYUNTAMIENTO

Declaración institucional con motivo del Día Internacional contra las violencias machistas, a propuesta del Consejo de Mujeres de Rivas Vaciamadrid.

La Concejala Yasmín Elena Manji Carro, da lectura a la siguiente Declaración Institucional:

"La Asamblea General de las Naciones Unidas, con el ánimo de poner el foco en la violencia que se ejercía contra las mujeres por el hecho de serlo, en 1999 decidió declarar el 25 de noviembre como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Se nos insta a todas y todos la tarea de concienciación y sensibilización.

Como Ayuntamiento feminista manifestamos, una vez más, nuestra repulsa hacia todas las violencias machistas y nos sumamos a todas las voces que claman por un futuro en igualdad y libre de violencias.

Tenemos delante una realidad innegable que nos interpela a todos y todas a una acción firme en pro de la erradicación de la violencia contra las mujeres y de las actitudes sociales que la toleran, la justifican o incluso banalizan, debemos de intensificar esfuerzos para combatir el machismo y condenar todas las actitudes, prácticas y conductas que consienten y reproducen las violencias machistas.

Todas las mujeres, por el hecho de ser mujeres, estamos expuestas a la violencia de género. Sin embargo también vivimos diferentes tipos de discriminación, desigualdad y violencia según las diversas identidades que nos cruzan: clase social, nivel de estudios, etnia, edad, aspecto corporal, orientación sexual, sufrir o no diversidad funcional, ser migrante ... Se trata de diferentes realidades, que pueden no visibilizarse o comprenderse y que hacen que muchos grupos de mujeres corran riesgo de ser aún más vulnerables a sufrir situaciones discriminatorias y violentas y a estar más expuestas a las violencias machistas.

Con motivo del 25N, Día Internacional Contra las Violencias machistas, este año 2022, desde el Consejo de Mujeres queremos incidir en la necesidad de descubrir las diferencias y similitudes de las violencias que las mujeres sufren en función de estas identidades, con el objetivo de establecer estrategias que nos permitan vivir a todas las mujeres libres de violencias machistas y con plenos derechos. Al ser una temática tan amplia, este año queremos centrarnos en tres tipos de opresiones: por razón de etnia - racismo -, por razón de edad -edadismo-, y por razón de aspecto corporal - estándares corporales-.

En lo referente al racismo, las mujeres migrantes vienen confrontando una serie de situaciones personales, administrativas, sociales y jurídicas que incrementan el grado de vulnerabilidad frente a las violencias machistas, alas que se une el tener que enfrentar, adicionalmente, un contexto institucional y social que puede reproducir prejuicios y actitudes racistas y poco empáticas frente a las situaciones que viven.

Hay diferentes factores y circunstancias concretas que aumentan la fragilidad y vulnerabilidad de las mujeres migrantes. En primer lugar, nos encontramos con que la mujer que migra puede experimentar desarraigo, está en un país extraño, de costumbres y cultura ajena, algunas veces sin su familia y cuenta con una red social más precaria.

El desconocimiento sobre la legislación estatal y los recursos existentes, es otro factor determinante, y la vulnerabilidad aumenta aún más si cabe en el caso de mujeres en situación irregular, puesto que emprender acciones legales podría añadir aún mayor carga emocional y traumática en sus vidas y perciben que denunciar puede ser un riesgo.

Cuando hablamos de edadismo, estamos hablando de esa discriminación sistemática hacia las personas mayores por ser mayores. Se trata de creencias y valores que determinan lo que sentimos hacia las personas mayores y que tiene unas connotaciones aún más negativas para las mujeres. En el contexto español, las mujeres de edad avanzada no se ven solo afectadas por lo que supone ser mayor y mujer en una sociedad machista, sino que además estas mujeres han crecido y establecido relaciones en una época (la dictadura franquista) en la que, tanto las leyes, como la sociedad eran abiertamente machistas.

Según el "Estudio sobre las mujeres mayores de 65 años víctimas de violencia de género" de Cruz Roja, el 40% de las mujeres encuestadas llevaban sufriendo violencia (física, psicológica, sexual o económica) desde hace más de 40 años, y un 27% llevaba sufriendo violencia entre 20 y 30 años. Se trata de relaciones donde además la violencia de baja intensidad (trato despectivo, control económico, control de las relaciones personales o el impedimento de realizar actividades fuera del hogar) está muy normalizada.

Por otra parte, nos encontramos también con las violencias relacionadas con el control de los cuerpos y la presión para cumplir con los cánones de belleza que exige nuestra sociedad. Un ejemplo muy claro es la gordofobia. La gordofobia es el odio, rechazo y violencia que sufren las personas gordas por el mero hecho de serlo y que afecta con mayor virulencia a las mujeres, sometidas a un grado aún mayor de presión social en lo referente a su aspecto físico. El hecho más evidente de esta cuestión son los trastornos de conducta alimentaria, en el que alrededor del 90% de las afectadas son mujeres, frente a un 10% de los hombres.

Esta violencia estética se manifiesta en experiencias de baja autoestima que afectan a todos los ámbitos de la vida de una persona: relacional, afectiva, sexual, laboral. .. Y puede acarrear consecuencias más violentas como acoso o diversas manifestaciones de violencia verbal, psicológica, simbólica y física.

Por todo lo anterior, el Pleno del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid

ACUERDA:

•  Desarrollar estrategias frente a las violencias machistas y establecer condiciones necesarias para que todas las mujeres podamos tener los mismos derechos y vidas libres de violencias.

•  Seguir trabajando para educar en igualdad y respeto con el objetivo de desterrar, no solo actitudes machistas, sino también otros prejuicios que posicionan a las mujeres, por su identidad, en una situación de mayor vulnerabilidad.

•   Instar a mejorar la coordinación continua entre los diversos agentes sociales implicados en la violencia contra las mujeres. Debemos mejorar la respuesta institucional a todos los niveles, evitando el riesgo de victimización secundaria y mejorando la confianza de las víctimas.

•    Velar por el cumplimiento del Protocolo Municipal contra la Violencia de Género de Rivas en todos los ámbitos de la administración y la sociedad.

•    Ratificar nuestro compromiso con el Pacto de Estado contra la Violencia de Género y con la necesidad de seguir avanzando en su desarrollo, así como el especial papel que juegan los Ayuntamientos.

•   Continuar trabajando en la ruptura del silencio, la sensibilización y concienciación a la ciudadanía del problema estructural de la sociedad que suponen las distintas violencias machistas".

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