La naturaleza nos enseña a vivir tanto en las épocas de escasez como en las de abundancia. Septiembre es uno de los meses donde más abundancia de alimentos podemos encontrar en la huerta. Dependiendo del año, podemos encontrarnos climas secos o de lluvias torrenciales, especialmente en el levante, donde se puede dar el efecto de la gota fría. A finales de mes, las temperaturas suelen aumentar, provocando lo que se conoce como veranillo de San Miguel (29 de septiembre).
En este mes de vuelta de las vacaciones, agricultores y consumidores se vuelven a encontrar en los mercados y grupos de consumo, que se llenan de productos de la huerta. Los cultivos de verano están en pleno auge, lo que nos permite disfrutar del mejor sabor de tomates, pimientos, berenjenas, maíz, calabacines…
Nos encontramos plantas de huerta que nos aportan frutas como melones y sandías. Por otro lado, es época de almacenar los cultivos no perecederos de la huerta como son las cebollas secas y las calabazas para poder pasar el invierno con su ayuda. Así mismo, al estar septiembre a caballo entre el verano y el invierno, empezamos a disfrutar también en esta época de cultivos de hoja como las lechugas, espinacas, escarolas, rúculas y acelgas, cultivos de raíz como remolachas, nabos y zanahorias y cultivos de tallo como el apio.
En cuanto a los frutales, es época de cosecha de higos, ciruelas, peras, manzanas, ciruelas, membrillos y almendras. Esta abundancia de alimentos se refleja en las fiestas de finales de verano que se celebran en múltiples lugares, despidiendo el periodo estival.
Para cuidar nuestras huertas, debemos poner empeño en realizar las siguientes tareas:
– Riego: atendiendo a las lluvias, habrá que reducir la cantidad de riego de las plantas, teniendo en cuenta el dicho «agua de lluvia no quita riego».
– Hierbas silvestres: con la vuelta de las lluvias, volverán las hierbas, que habrá que quitar o segar antes de que echen semillas, salvo algunas que queramos dejar en la huerta por ser beneficiosas y no complicarnos las tareas de escarda.
– Salud de los cultivos: dejaremos de tratar preventivamente los cultivos de verano que ya estarán decayendo. La bajada de temperaturas reduce el problema con los hongos, acostumbrados a crecer en ambientes cálidos. Prestaremos atención a las orugas de la col, que podemos contralar manualmente o con Bacillus thuringensis. Con la vuelta de las lluvias, vuelven también los caracoles, a los que podemos poner trampas o aplicar fosfato férrico y los zapateros.
– Plantaciones: septiembre es de los últimos meses en los que se puede plantar en la zona centro. Es buen momento para plantar cultivos de hoja y de raíz, como se señalaba previamente. Con el aumento de las temperaturas por la emisión de gases de efecto invernadero, las plantaciones de coles que antes terminaban a mediados de agosto se pueden retrasar hasta septiembre.
– Cultivos de siembra en septiembre: lechuga, acelga, espinaca y escarola.
– Cultivos de trasplante en septiembre: lechuga, acelga, espinaca, escarola, repollo, coliflor, lombarda, brócoli, coles de Bruselas y cebolla.
– Cultivos de cosecha en septiembre: judía, pepino, melón, sandía, calabaza, calabacín, lechuga, acelga, espinaca, escarola, tomate, pimiento, berenjena, coles de Bruselas y cebolla.
