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Nuevo colegio público en el barrio de La Luna

Las obras comenzaron en febrero. Habla la comunidad educativa ripense sobre la nueva infraestructura que llegará a tener aulas de infantil a secundaria.

Nuevo colegio público en el barrio de La Luna

Corría junio de 1997 cuando el escritor Mario Benedetti pisaba tierra ripense para inaugurar el centro bautizado con su nombre. Lo recuerda bien Felipe Gutiérrez, jefe de estudios en la recién estrenada instalación educativa.

«Preparamos una fiesta muy bonita que duró toda la mañana. Montamos un escenario y llenamos el patio de dibujos y poemas. Fue muy emocionante», repasa al otro lado del teléfono durante una pausa de su jornada, en el colegio El Olivar, donde se jubila este año tras una vida consagrada a la enseñanza.

Esta infraestructura fue un ejemplo de construcción en un tiempo récord con dinero adelantado, por primera vez, por el Ayuntamiento ripense. Las competencias directas en materia de enseñanza recaen sobre la Comunidad de Madrid. Pero ante la laxitud mostrada, el Consistorio avanzó el presupuesto en aquel momento para dotar a la ciudad de un nuevo equipamiento que sustituyera los antiguos barracones donde recibían clase los escolares de esta zona oeste de la ciudad en la segunda parte de la década de los 90.

«Los colegios tardaban mucho en construirse, y era normal que las clases empezaran en barracones», aclara Felipe. Finalizadas las obras, el 15 de septiembre de 1996, el Mario Benedetti se constituía como el primer espacio educativo moderno de la ciudad. «Hasta entonces, todos los centros eran iguales pero éste, diseñado por una arquitecta uruguaya, era distinto, con un vestíbulo muy grande y luminoso», describe Felipe.

«El problema es que estaba un poco retirado. Era todo campo y, durante el primer año, los alumnos tenían que llegar en autobús por un camino de piedra porque no se podía acceder de otra forma. Por la zona pasaba el antiguo tren de Arganda y no se podía cruzar, estaba vallado. Al final se construyó un paso elevado, de manera, y por ahí llegaban cada día los cerca de 300 escolares. Pero la gente estaba ilusionada. Tenían un nuevo centro y fue bien recibido», detalla Felipe.

Por entonces, la población ripense crecía de forma exponencial cada año, consolidándose la vida en las jóvenes urbanizaciones que poblaron en los años 80 esta parte del municipio. En 1990, Rivas contaba con 11.604 habitantes. En 1995, 20.977. Y cinco años después, 29.092, casi el triple de población en una década. El área de las nuevas urbanizaciones, en cambio, sólo contaba con el colegio La Escuela.

El Ayuntamiento afrontó esa constante de crecimiento con una medida que ha llegado hasta la actualidad: adelantar la financiación no asumida en el momento por la administración regional.

El Mario Benedetti fue la primera de las infraestructuras edificadas con este sistema. Sus obras, 18 unidades, un comedor y un gimnasio, se concentraron en el primer semestre de 1996. Y en septiembre de ese mismo año el centro abrió sus puertas al primer curso académico.

A esta instalación siguió el colegio Rafael Alberti, edificado en 1999, también con 18 unidades, un comedor y un gimnasio. Después, los institutos de educación secundaria Europa y Lázaro Carreter [hoy, Profesor Julio Pérez] y la escuela infantil Luna Lunera.

Ya en el año 2000, el Ayuntamiento avanzó el presupuesto para los pabellones deportivos de los colegios públicos El Parque y Las Cigüeñas. En el caso de este último, también se ejecutó ese año la ampliación de las aulas de educación infantil.

Entre 2002 y 2010, las arcas municipales anticiparon más de 30 millones de euros para la edificación de distintos centros escolares. Gracias a la iniciativa local se ampliaron dos aulas del instituto Las Lagunas, se levantaron las instalaciones del José Saramago, Dulce Chacón, José Hierro y Hans Christian Andersen, el instituto Antares y se erigieron los pabellones deportivos de La Escuela y del Victoria Kent y la cubierta de la pista del instituto Duque de Rivas.

También, se levantaron entre esos años el Centro de Educación y Recursos para Personas Adultas, el espacio municipal para la infancia Rayuela y la escuela infantil El Arlequín.

OBRAS EN LA LUNA

La última infraestructura de esta lista de 14 colegios e institutos corresponde al centro de educación infantil, primaria y secundaria (CEIPSO) La Luna, cuyas obras arrancaron el pasado febrero, con las máquinas preparadoras del terreno. Ubicado en el barrio más joven de la ciudad, donde habitan cerca de 16.000 personas, se prevé que esté listo al inicio del curso 2017-2018, y se edifica en dos fases.

La primera está siendo ejecutada por el Ayuntamiento ripense, que anticipa el dinero para que pueda estar concluida el próximo septiembre. La segunda la asumirá la Comunidad de Madrid, administración competente en la materia. Cuando ambas se completen, el centro contará con nueve unidades de infantil, 18 de primaria y doce de secundaria, diversos espacios complementarios y un pabellón deportivo cubierto.

Las obras de la primera fase consisten en la creación de seis aulas de educación infantil y nueve de primaria, espacios administrativos, aula de acogida y usos múltiples, un aula de informática y otra de música, un comedor, patios de infantil y una pista polideportiva exterior.

La segunda fase la llevará a cabo el Ejecutivo regional cuando las necesidades de escolarización lo exijan. La parcela sobre la que ya se construye la nueva infraestructura, titularidad del Ayuntamiento, cuenta con una superficie aproximada de 20.860 metros cuadrados.

La inversión municipal para esta primera fase asciende a 5.145.175,66 euros, de los que 211.000 se destinarán a equipamiento y mobiliario. «Sin la financiación del Ayuntamiento ripense, que asume una competencia impropia, el centro aún estaría pendiente de construcción», defiende el concejal ripense de Educación, José Luis Alfaro.

‘RIVAS LO MERECE’

Pese al crecimiento poblacional, la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid ha tardado cuatro años en autorizar la construcción del CEIPSO. En este tiempo, ciudadanía y Consistorio no cejaron en sus peticiones. En noviembre de 2015, el Ayuntamiento lanzó la campaña ‘Rivas lo merece’, para reclamar a la administración regional, también a la estatal, los servicios que aún le adeudan a un municipio de 85.000 habitantes. Entre las reivindicaciones figuraba la del nuevo colegio en el barrio de La Luna.

«El compromiso de este Ayuntamiento y de la comunidad educativa ripense por dotar a la ciudad de la nueva instalación escolar ha sido clave para que la administración regional se decidiera a aprobar su edificación», señala el alcalde de Rivas, Pedro del Cura.

NUEVO CURSO, NUEVO COLE

Aunque a finales de febrero no lo habían decidido, Mariona Ferré (34 años) y Miguel Ángel Rico (40) valoraban escolarizar a su hija, Victoria, de 5, en el nuevo centro de La Luna. «Las ventajas son la cercanía y las instalaciones, que imagino que serán enormes porque el vallado [del terreno] es impresionante», espera Mariona.

«También, que cuenta con educación secundaria», añade. Disponer de este espacio de enseñanza en las proximidades del domicilio contribuye a la organización rutinaria, como explica esta vecina del barrio de La Luna: «Victoria no realiza las actividades extraescolares en su colegio, por lo que tiene que ir a casa rápido cuando sale, merendar, coger la mochila y salir hacia el patinaje. También tengo la familia cerca, y yo trabajo en Madrid, así que si pasa cualquier cosa se puede acercar mi suegra, por ejemplo. La cercanía es imprescindible».

Asimismo, Mariona considera que se hace «más equipo» con otros padres y madres del vecindario.

Desde la Asociación Vecinal La Luna, que agrupa a medio centenar de residentes de este bario, han acogido como positiva la noticia del inicio de las obras, un momento que llegó tras la autorización de la Comunidad de Madrid. «Hemos peleado mucho para que se pusiera en marcha», defienden. Y, destacan como valor añadido a la presencia de la nueva instalación la implicación de la comunidad, el «hacer barrio» y el colegio como punto articulador de la vida vecinal, donde la gente «puede conocerse». «Hemos comprobado que si nos organizamos, hacemos fuerza y nos apoyamos conseguimos las cosas, incluso cuando parece tan difícil», concluyen.

DEMANDA DE INSTITUTOS

La Federación de Asociaciones de Padres y Madres (FAPA) de Rivas define como «satisfactorio» el inicio de las obras y «confía» en que «estén terminadas para poder comenzar en septiembre el próximo curso escolar».

Este colectivo considera que «se podrá reducir en cierta manera el problema de la masificación que se da en algunos colegios públicos de Rivas con el consiguiente deterioro de la calidad de enseñanza».

Pero asimismo recalcan que Rivas es un municipio de «fuerte crecimiento demográfico», y recuerdan la necesidad de «exigir a la Comunidad de Madrid» la edificación de una nueva instalación en la zona centro de la ciudad, donde se soporta «una fuerte masificación» de aulas. «En iguales condiciones de masificación se encuentran los institutos de la ciudad. También se necesita un espacio de Formación Profesional», reivindica la FAPA ripense.

«Seguiremos denunciando que la Comunidad de Madrid permanece instalada en su política de recortes en educación y solicitamos la construcción de nuevos centros educativos públicos por criterios demográficos y no por matrícula escolar, así como el cumplimiento de los plazos en las infraestructuras ya planificadas y aprobadas «, concluyen.

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