Concluidos los once días de actividades con la población infantil y juvenil de las ciudades palestinas de Nablus, Ramala, Belén y Jerusalén, el grupo de 13 jóvenes ripenses que ha participado en esta iniciativa educativa y solidaria acaba de regresar al municipio para narrar sus vivencias e implicarse en la sensibilización de la población local sobre una de las zonas del planeta dónde más se vulneran los derechos humanos.
Se trata del segundo campo de trabajo voluntario en Palestina, organizado por el Ayuntamiento de Rivas, la entidad circense local Kambahiota Trup y ‘Pallasos en Rebeldía’, en colaboración con Human Supporters, ONG que trabaja en los territorios palestinos.
En esta ocasión, la concejala ripense de Juventud, Aída Castillejo, acompañó a la comitiva, experiencia que ha compartido esta mañana en rueda de prensa junto a representantes de las entidades organizadoras y de una de las jóvenes participantes del campo de trabajo. Iván Prado, de ‘Pallasos en Rebeldía’ ha resaltado que «en Rivas hay un grupo de jóvenes implicados en construir otra humanidad, y eso es fundamental porque en Palestina nos jugamos su futuro. Allí se lucha cada día por evitar un genocidio».
EXPERIENCIA POSITIVA
Bajo el lema ‘Palestina, libre y feliz’, la iniciativa busca proporcionar a la juventud de la ciudad una experiencia de solidaridad internacional desde la combinación del arte circense y de las actividades educativas. Así, entre el 29 de octubre y el 9 de noviembre se sucedieron las propuestas de una experiencia definida por el colectivo joven como «sumamente positiva».
Buena parte del grupo que ha participado en este campo de trabajo está formada por ripenses del tejido asociativo de la ciudad. Las tareas desempeñadas fueron diseñadas por sus participantes durante septiembre y octubre, siguiendo tres bloques temáticos: población infantil y juvenil en colegios de Nablus y en campos de personas refugiadas; actividades circenses y dinamización del voluntariado joven de Palestina con talleres de danza, hip hop o fotografía, entre otros.
El viaje incluyó visitas a los asentamientos refugiados de Askar y Balata (en Nablus), Al-Amari (en Ramala) y Aida (en Belén), donde fueron recibidos por jóvenes palestinos que han visitado Rivas este año. El Ayuntamiento de Rivas ha colaborado con una aportación económica de 15.000 euros para gastos de organización, manutención y alojamiento. Por su parte, los participantes abonaron los costes del vuelo, alrededor de 300 euros.
Estos campos de trabajo solidario reafirman, según explica la concejala Aída Castillejo, «el rasgo más solidario de la población juvenil ripense, que no vive al margen de las otras realidades que sufre gente de sus mismas edades en otras partes del planeta». «Estos intercambios les convierten en personas difusoras de uno de los mayores conflictos humanitarios que corre el riesgo de caer en el olvido», añade Curro Corrales, edil de Cooperación.
Los territorios palestinos sufren la paulatina ocupación israelí desde 1967, en un conflicto que se prolonga en el tiempo. Rivas está hermanada con la ciudad palestina de Jenin desde 2002.
