Gracias al acuerdo suscrito entre el Ayuntamiento de Rivas y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), se ha puesto en marcha una oficina de atención a las personas refugiadas y que garantiza el apoyo municipal a las acciones que la ONG desarrolla en la localidad a favor de estas familias que huyen de la guerra y el horror en sus países de origen.
La entidad humanitaria, que ha instalado su sede ripense en la Casa de las Asociaciones, gestiona en el municipio cinco pisos de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) que acogen a 28 personas procedentes de Irak, Siria y América Latina.
El alcalde ripense, Pedro del Cura, ha visitado las instalaciones, y ha destacado que «en un momento convulso como el que ahora vive Europa, la defensa de los derechos humanos de las personas más vulnerables es prioritaria para quienes creemos en que la solidaridad no tiene fronteras».
Además de los pisos de la EMV, el Consistorio ripense ha ofrecido a CEAR la colaboración de la red de servicios sociales municipales en todas las necesidades que pueda demandar la población refugiada, la asistencia a los campamentos urbanos de niños y niñas de este colectivo, el apoyo para la escolarización de menores, y el aprendizaje del castellano para menores y adultos.
Desde CEAR se ha agradecido la colaboración ofrecida desde el Ayuntamiento: «Rivas es una ciudad ejemplar por las facilidades que se nos están dando en todos los sentidos». También ha estado presente una familia siria que ha llegado a Rivas hace tres semanas, después de vagar por distintos países, desde hace tres años, huyendo de la guerra. En un momento el marido, padre de dos hijos que ahora están en los campamentos municipales de verano, ha tomado la palabra para agradecer a la ciudad la cogida. «Esperamos devolver a Rivas lo que nos ha dado. Estamos muy felices aquí y pensamos en quedarnos», ha dicho.
ESFUERZO SOLIDARIO
La ciudad de Rivas se ha distinguido como una de las localidades madrileñas más comprometidas con esta causa al recibir hasta la fecha a varias familias de personas refugiadas, tanto en los pisos de la EMV que se han habilitado como en viviendas alquiladas a particulares por CEAR.
Este dato contrasta con la noticia de que España, a finales de junio sólo había recibido la llegada de 305 refugiados, la mitad del número previsto en un principio.
