Con la llegada del calor, cada año se repite la misma problemática por casos de picaduras de insectos. En el caso del municipio ripense, al verse ubicado entre los cauces de los ríos Jarama y Manzanares, la presencia de simúlidos, conocidos popularmente como mosca negra, aumenta de forma considerable durante la estación estival.
Desde 2011, año en que Rivas diagnosticó la situación, determinando una importante incidencia de focos de cría en los torrentes fluviales, el Ayuntamiento pone en conocimiento de la Comunidad de Madrid, administración con competencia sobre los ríos de la región, esta situación solicitando que se tomen medidas de control larvario o limpieza de márgenes.
Mientras se esperan estas actuaciones de la Comunidad, y ante la inviabilidad del uso de tratamiento adulticidas que, según informa la Concejalía de Salud del Consistorio «no resultan eficaces y pueden producir efectos colaterales que repercuten en la salud pública y en el propio medio ambiente», se han tomado medidas como la instalación de casas refugio para murciélagos cerca de los ríos.
TRABAJO COORDINADO
Además, desde 2016, Rivas trabaja en coordinación con otros municipios afectados, como Arganda del Rey, Velilla, Mejorada, Torrejón o Alcalá, para solicitar a la administración regional y a la Confederación Hidrográfica del Tajo la adopción de actuaciones en sus zonas de competencia para paliar los efectos de la mosca negra.
El hábitat de este insecto está ligado al medio acuático, ya que sus larvas se desarrollan en el agua corriente, limpia y bien oxigenada. «Las hembras adultas se desplazan para picar a primera hora de la mañana y a la caída de la tarde hasta zonas cercanas, pero a veces pueden recorren hasta 15 o 20 kilómetros, para después volver a su hábitat a depositar los huevos», describen desde la Concejalía de Salud.
MOSQUITOS Y OTROS INSECTOS
Por su parte, el servicio municipal de control de plagas, con la llegada del calor, intensifica la vigilancia de los posibles focos de cría en zonas de competencia municipal como fuentes o estanques. Y, a partir de ahí se realizan actuaciones y tratamientos para mitigar la proliferación de otro tipos de mosquitos que también afectan, aunque en menor medida que la mosca negra.
En ese sentido, desde el Consistorio se realizan revisiones periódicas de las zonas de riesgo, con especial atención a las áreas comunicadas por la ciudadanía. Así, se contacta con todas las personas que lo solicitan, informándoles de las actuaciones y recomendaciones a seguir.
También, existe una coordinación con el departamento responsable del mantenimiento de las fuentes y estanques para que realicen las oportunas tareas de limpieza, renovación o cloración. Así, las prospecciones de focos de cría en ambiente urbano y los servicios de control en el municipio de Rivas Vaciamadrid comienzan cada abril y se mantienen hasta octubre. Siempre que se detectan larvas, se procede al tratamiento con larvicidas.
SIN BIOCIDAS PERMITIDOS
Todas estas iniciativas se llevan a cabo ya que, según insiste Salud, «no existen productos registrados para el tratamiento de zonas verdes contra mosquitos. En el nuevo registro de biocidas no hay ningún insecticida para uso en exteriores. Y su aplicación está totalmente restringida en cualquier área que pueda ser frecuentada por menores tal y como se detalla en los registros sanitarios de los plaguicidas y biocidas».
RECOMENDACIONES
Entre los consejos habituales para prevenir las picaduras de insectos figura el uso de repelentes, manga larga o evitar las zonas húmedas o con vegetación al amanecer y atardecer. Y, en caso de mordeduras, limpiar y desinfectar la zona, aplicar frío, no rascarse y consultar con personal sanitario si persisten las molestias o la reacción se torna más grave.
