Texto: Eugenio G. Delgado.
El coro The Singing Ladies ha cumplido este pasado mes de febrero un año de existencia manteniendo las dos señas de identidad que le vieron nacer: es una agrupación musical formada sólo por mujeres y cantan únicamente en inglés.
«Empezamos 12 chicas y ahora somos casi una treintena; el 90%, de Rivas. La mayoría de mujeres no habían cantado nunca antes en un coro. Para estar en The Singing Ladies sólo es indispensable querer cantar y tener implicación. Al principio, piensan que no van a poder hacerlo bien, pero con tiempo y práctica les sale de maravilla», comenta Mariló Magro Seseña, ripense y una de las cantantes que participaron en la génesis del grupo.
Entre las últimas incorporaciones está Marisa De Jesús Reynel, cuya voz es mezzo, la intermedia que se sitúa entre soprano ¿la más aguda- y contralto – la más grave-, las tres voces en las que se canta en el coro. «Desde pequeñita cantaba en casa y, como digo yo, en bodas, bautizos y comuniones, pero no soy profesional. He tenido algún grupo y mi voz es ‘funky’, al estilo Mariah Carey. Me apunté el pasado septiembre y estoy segura de que cualquier mujer con inquietud musical puede unirse a nosotras. Sólo hace falta esfuerzo y ganas», cuenta esta vecina ripense de 37 años.
La idea de crear The Singing Ladies surgió de Óscar Benet Nacher, director de este coro y músico profesional percusionista de 46 años en la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid: «Este tipo de coros, en los que se canta y se baila, son habituales en el mundo anglosajón, pero aquí no. En Rivas no había nada parecido y era un hueco que había que llenar».
«El coro es dinámico y fresco. Incluso para las personas que no saben inglés todo resulta muy fácil. Óscar nos pasa los audios de las canciones y te las aprendes de memoria. Además, el repertorio de canciones en inglés para coros femeninos es mucho más amplio que en español», asegura Mariló, que tiene 50 años y que ejerce como soprano en The Singing Ladies, además de formar parte también del Coro de Rivas.
SONORIDAD
«A mí siempre me ha gustado mucho más la música en inglés por su sonoridad. Es otra de las cosas que me animó a apuntarme. Aprenderte de memoria las canciones es sencillo y te permite tener las manos libres para poder dar palmas y bailar», destaca Marisa.
El coro cuenta, por el momento, con 12 canciones en su repertorio. Desde góspel o villancicos, pasando por temas de Queen ¿’Bohemian Rhapsody- o ABBA ¿’Dancing Queen’-, hasta llegar al musical de El Rey León o al kirie, oración que es parte de la liturgia de las misas cristianas.
«Mi preferida es ‘What maiden weeping?’, una composición melódica, de amor y muy profunda. Me encanta la armonía que se crea entre las tres voces», asegura Mariló. Por su parte, Marisa elige ‘How can I keep from singing?’: «Es la primera que escuché en mi primer ensayo con el coro y la primera que me aprendí. Es estilo góspel».
The Singing Ladies está formado por mujeres de entre 30 y 60 años, pero su director, Óscar, también vecino ripense, apunta que «no hay límite de edad». «La única condición es que te guste cantar», afirma. El coro ensaya dos domingos alternos al mes en la Casa de Asociaciones, de 10.30 a 13.30, y «las puertas están abiertas para cualquier mujer que quiera probar. Nuestro objetivo es llegar a 40».
Se puede encontrar al coro cantando prácticamente en cualquier lugar. «Hemos actuado en centros comerciales, en parques, en el Mercado Central de Rivas, en el Metro de Madrid, en plazas¿ Así, la gente nos conoce más y nuestra música les llega de una forma más cercana», señala Mariló. Su compañera Marisa añade: «Y si alguna tiene un poco más de vergüenza, yendo todas juntas se nos quita porque nos arropamos y nos ayudamos unas a otras».
Las dos cantantes quieren destacar las beneficios de estar en un coro como The Singing Ladies. «Haces nuevas amistades, ganas en confianza y seguridad. Es una motivación y una alegría disfrutar de lo que me gusta, aprender y compartir todo esto con otras Singing Ladies», subraya Marisa De Jesús Reynel.
LA ENERGÍA
Mariló Magro Seseña resalta la energía que les transmite cantar y bailar: «Cuando haces algo que te gusta y estás concentrada, liberas tensiones y preocupaciones. Además, das salida a tu vena artística. El grupo te contagia el entusiasmo y siempre acabas con las pilas cargadas».
