SÁBADO 15 / 18.35.
Carpa Arribas Circo (detrás de La Casa+Grande). Entrada libre.
Entrevista: Nani Cores
Alicia Murillo (Sevilla, 1975) se define como artista ‘multiindisciplinada’ y activista feminista. Actriz y cantante, arrancó su carrera estudiando lírica y acabó componiendo un hit satírico a Gallardón (‘Cómeme el coño con pan bimbo’). De bloguera a youtuber, hoy su canal cuenta con una parroquia de más de 5.000 personas. Presenta en Coñumor su monólogo ‘Una grieta en mi destino’ (sábado 15, 18.35, carpa Arribas Circo).
¿Qué es ‘Una grieta en mi destino’?
Un monólogo de humor de corte clásico con la diferencia de que el contenido es humor feminista. Las que hacemos este tipo de humor lo que hemos cambiado es el sitio desde el que estamos contando el chiste.
El hilo conductor es el coño, ¿por qué?
Básicamente porque me sale de ahí. Quería investigar qué significa llevar esa raja en el cuerpo a nivel social, visto desde la perspectiva del humor.
¿Hay que llamarle humor feminista o es mejor no ponerle etiquetas?
Hay que llamarlo así porque molesta y si las cosas molestan quiere decir que hay que nombrarlas. Hay que nombrarlo porque es verdad para empezar, ¿y por qué no vamos a nombrar lo que somos? Y después, porque molesta tanto que hay que vestirse así.
¿Es importante difundir este mensaje feminista a todo tipo de público?
Los tíos que se quieran apuntar son bienvenidos pero mi espectáculo no tiene ningún interés pedagógico ni revolucionario. Mi mensaje va dirigido a ellas. Lo que quiero es que las mujeres salgan empoderadas a través de la risa, ya se encargarán luego de meter en vereda a los que tienen en casa.
¿Es difícil vivir del humor siendo mujer?
Es imposible, sobre todo si haces humor feminista. Tenemos espacio en internet, que es donde más trabajamos, y algo en teatro, de forma autogestionada y en ayuntamientos donde se está trabajando para que las cosas cambien.
¿Y por qué cree que las mujeres no copan espacios ‘mainstream’ [de tendencia masiva]?
Pues yo siempre digo que haber, ya hay negocio. Pamela Palenciano, por ejemplo, lleva 15 años haciendo el mismo monólogo y llena allí donde va. ¿Qué hombre que esté haciendo humor ahora mismo puede vanagloriarse de algo así? El problema es político, nos nos quieren dejar entrar en el entertainment porque lo que vamos a decir es muy fuerte y lo que vamos a hacer es criticar al señor que nos ha contratado.
¿El humor es la mejor herramienta para provocar cambios sociales y políticos?
Lo creo, porque si no, no me dedicaría a esto. La corrección política no sirve en el humor porque la carcajada es como un orgasmo, te viene incluso con cosas con las que no debería venirte. Lo ideal para mí es hacer un chiste bueno que ofenda a las personas adecuadas, si se tienen que ofender, pero sobre todo hacer reír a las personas que no se han reído hasta ahora, que somos las mujeres.
¿Por qué el feminismo tiene esa imagen de eterno cabreo?
Porque a las mujeres se nos ha pedido estar siempre disponibles con una sonrisa y cuidar amablemente. ¿Cuándo dejamos de hacer estas cosas? Cuando nos convertimos en abuelas, en suegras¿ Este tipo de mujeres que ya no están disponibles sexualmente son las que no sirven al patriarcado y las que han sido estereotipadas como el icono de mujer intransigente y antipática y, por tanto, feminista.
¿Qué opina de la censura al humor?
Yo no quiero censura ni para un lado ni para otro, pero ahora mismo estamos censuradas sólo una parte. ¿Cuántas cómicas mujeres hay en la televisión? Eso también es censura: dar solo voz a un mismo tipo de humor.
