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Baloncesto: Rivas ya tiene 1.000 jugadores

La ciudad cuenta con tres clubes, que suman 52 equipos y 619 jugadoras y jugadores. En las escuelas deportivas hay 236 niñas y niños.

Baloncesto: Rivas ya tiene 1.000 jugadores

Texto: Nacho Abad Andújar

Michael Jordan, el mejor jugador de todos los tiempos, se lo confesó al baloncesto en su carta de despedida: «Te estudié de joven […] Comencé a enamorarme y tú lo notaste». Esa pasión por la canasta la cultivan en Rivas casi 1.000 personas: 619 jugadoras y jugadores con ficha federada, 236 niñas y niños en escuelas municipales deportivas [las más numerosas tras las futboleras] y alrededor de un centenar de personas en el ámbito deportivo y técnico. La ciudad cuenta actualmente con tres clubes, que suman 52 equipos. Éste es un breve retrato de las entidades que enseñan a amar la canasta en Rivas:

UROS DE RIVAS

EL MÁS NUMEROSO

Creación: 2015. Jugadoras y jugadores: 326 (79 mujeres). Equipos: 27 (7 femeninos). Escuelas deportivas: 86 chicas y chicos: colegios Victoria Kent, Jarama y Los Almendros. Vestimenta: camiseta y pantalón negros (segunda: camiseta blanca y pantalón negro).

El recién nacido de la canasta ripense apenas ha alcanzado el año de vida. Heredero de la estructura deportiva del desaparecido Covibar, su nombre evoca al extinto toro salvaje, una especie animal mamífera desaparecida en el siglo XVII. El asta de uro de 200.000 años de antigüedad encontrada en Rivas tiene la culpa de que el club se llame así. «Somos un club que representa la continuidad de lo que venía siendo Covibar», explica su director deportivo, Alberto Rubio (Madrid, 1971).

El pequeño milagro que representa Uros se describe con números: actualmente tiene 50 jugadores y jugadoras más que su antecesor Covibar (326 por 275) y cuatro equipos más (27 por 23). «El proyecto está fundado por entrenadores que dábamos a las familias la garantía de seguir con el mismo proyecto deportivo. Aunamos los conceptos de club social, para que pueda jugar todo el mundo, y de club competitivo, para evitar que chavales que quieren competir en un nivel alto tengan que emigrar a otras ciudades, especialmente en el baloncesto masculino, donde queremos competir al más alto nivel de Madrid en categorías inferiores [el baloncesto de élite femenino lo cubre Basket Rivas]», explica Rubio, exjugador que colgó las botas a los 34 años para entrenar a su equipo, el Arcángel Rafael Campamento, y conseguir que ascendiera de 1ª Nacional a liga EBA (la tercera categoría estatal).

¿Lo mejor del club? «El equipo técnico, gente muy formada, con mucho profesor de instituto y del INEF y maestros de colegio. Personal que transmite valores. La idea es trabajar con la cantera en un entorno formativo», cuenta el extécnico del equipo sénior con el que Covibar también alcanzó la liga EBA. «El baloncesto es un deporte que engancha. El 90% de los chavales y chavalas que viene a probar se queda», asegura. Sus equipos entrenan tres días a la semana, dos hora y media cada jornada.

BASKET RIVAS

UNA CANTERA EN LA ÉLITE

Creación: 2010. Jugadoras: 120. Equipos: 10 (todos femeninos). Escuelas deportivas: 57 chicos y chicas: colegios Hans C. Andersen y José Hierro. Vestimenta: camiseta y pantalón rojos (segunda: camiseta y pantalón blancos).

La mayor gloria deportiva que un equipo ha dado a la ciudad se la brindó el equipo sénior del Rivas Ecópolis, cuando en 2014 se proclamó campeón de la liga femenina española y en 2012 asaltó los cielos de Europa al alcanzar el subcampeonato continental en Estambul (Turquía). Un palmarés al que se suman dos copas de la Reina.

Pero motivos económicos han forzado a uno de los pocos clubes exclusivamente femeninos del país a «dar un paso atrás» en el caso del conjunto sénior, que ahora juega en la división de plata nacional. Los equipos del Basket Rivas compiten con el nombre de Rivas Promete, por el acuerdo suscrito con la Fundación Promete. Las júnior han ganado tres medallas de bronce consecutivas en el campeonato de España. Las cadetes también conquistaron el título regional la pasada campaña.

«Una vez que hemos conseguido ser un club de alta competición, con una de las canteras más potentes de España, queremos centrarnos en las niñas de Rivas», precisa la vicepresidenta de la entidad, Clara Ruiz, madrileña de 34 años y exjugadora de Rivas Futura (antecesor del Rivas Ecópolis) que hasta hace dos años militó en Distrito Olímpico.

Basket Rivas hace bandera de la igualdad de género: «Quizás sea el deporte, su visibilidad social y su repercusión mediática la punta del iceberg de la discriminación de las mujeres en España. Reivindicamos paridad en la información del deporte femenino y discriminación positiva en subvenciones institucionales, así como una Ley de Patrocinio que potencie la inversión en deporte femenino».

Clara Ruiz tiene claros los valores que aporta el baloncesto a la niña que lo practica: «Como cualquier deporte colectivo, enseña a cooperar. Nunca he experimentado una empatía y unión como la vivida en mis equipos. Esas sensaciones y experiencias son muy importantes. También enseña respeto: al otro equipo, a los árbitros, a tus propias compañeras y al cuerpo técnico. Y fomenta el compromiso. Tú estás en un equipo y eso implica una responsabilidad. Quizá no te puedes ir de viaje porque tienes un deber con tu club».

Y remata: «Enseñamos esfuerzo y disciplina, trabajo individual para ponerlo al servicio de un objetivo colectivo. Además, el baloncesto ayuda a la socialización y facilita un ocio sano en compañía de jóvenes con objetivos comunes». Los conjuntos de Rivas Promete entrenan tres días a la semana, dos horas y media cada uno.

AD PARQUE SURESTE

UN CLUB MUY FAMILIAR

Creación: 2009. Jugadoras y jugadores: 173 (58 chicas). Equipos: 15 (5 femeninos). Escuelas deportivas: 92 chicas y chicos: colegios Las Cigüeñas y Dulce Chacón y polideportivo Parque del Sureste. Vestimenta: camiseta granate y pantalón blanco.

«Somos un club de formación. Tratamos de enseñar baloncesto sin excluir a ningún chico o chica, inculcándoles unos valores y, en la medida de lo posible, que vayan avanzado en el conocimiento del baloncesto». Ésta es la carta de presentación de la sección de baloncesto de la Agrupación Deportiva Parque del Sureste, club afincado en el Casco Antiguo que también cuenta con una sección de fútbol. El director técnico es José Manuel Mostajo, madrileño de 34 años, entrenador de equipos desde los 19 y jugador cadete de Canoe y Estudiantes. Un percance de juego ¿se rompió la mano, la muñeca y el codo a la vez- le retiró de la alta competición.

La AD Parque del Sureste quizá no tenga la ambición deportiva de los equipos de Rivas Promete o Uros, pero explota sus ánimos por competir. «Tal vez nuestra vía sea más lenta, pero es segura y justa. No dejamos a nadie de lado», explica.

Las familias que se acerquen al club se van a encontrar un «buen ambiente». «Lo mejor es la cercanía de quienes constituimos la entidad. Formamos una gran familia», precisa Loli Sánchez Rejano, responsable del departamento administrativo. Cuando se le pregunta qué enseña el baloncesto, coincide con el resto de entrevistados: «Trabajo en equipo, disciplina, compañerismo, diversión, sacrifico y recompensa».

A pesar de ser un club referenciado geográficamente en el Casco Antiguo, sus vestuarios acogen a chicas y chicos de toda la ciudad. Sus equipos entrenan tres veces a la semana, una hora por sesión.

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