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Delicatessen Árabes: sabrosa cocina de oriente

Esta asociación aglutina a 75 mujeres de Marruecos que trabajan por visibilizar y empoderar a la mujer árabe a través de la gastronomía.

Delicatessen Árabes: sabrosa cocina de oriente

Texto: Patricia Campelo.

«¿Qué más ponemos en el té a parte de la hierbabuena?». Lanza la pregunta al aire Najat Chek en una de las reuniones preparatorias de la fiesta del Ramadán, el noveno mes del calendario musulmán, destinado al ayuno diario. Esta profesora de inglés nacida en Marruecos es una de las impulsoras de Delicatessen Árabes, asociación sociocultural para el emprendimiento femenino magrebí. En el aula de la Casa de Asociaciones, donde Najat y sus compañeras Naima, Farida, Soad, Ahlam, Najima, Naima Aarouss y Latifa, entre otras, se reúnen cada viernes, llevan dos semanas ensayando los talleres, desfiles y recetas que van a mostrar al público ripense.

«En verano, el té lleva hierbabuena y menta para hacerlo refrescante; aunque esté caliente, refresca por dentro», explica Najat mientras el resto del grupo se afana por encontrar el significado en español de algo que suena como ‘shiva’: el ingrediente que echan a su bebida típica sólo en invierno. «Quisimos hacer la fiesta al inicio del Ramadán para que vean lo que hacemos y sepan cómo somos», argumenta Najat. «Nosotras siempre compartimos con la gente el fin de año, la semana santa, las fiestas de aquí, así que por qué no hacer que la gente comparta con nosotras algo nuestro», añade.

«Queremos cambiar las cosas. Se piensa que las mujeres musulmanas siempre están en casa pero no, ahora han cambiado los tiempos, y tenemos libertad, estudiamos, y necesitamos más que por un día por semana», demanda Naima, de 43 años, residente en la Cañada Real. «Para el año que viene hemos conseguido venir aquí [Casa de Asociaciones] tres días», resuelve Najat. Delicatessen Árabes está formada por 75 mujeres que participan -«no todas a la vez», concreta Najat- en las diferentes actividades de empoderamiento femenino que llevan a cabo. Nacieron como asociación en febrero de 2014, y hasta la fecha toda esa concurrencia la han logrado con publicidad ‘boca oreja’ y fruto de la creciente demanda de este tipo de acciones por parte del colectivo de mujeres al que se dirigen.

«Hacemos muchas cosas que la gente desconoce; aquí vienen fantásticas costureras, tatuadoras, cocineras¿ Sólo necesitan un poco de idioma para soltarse y salir al mercado laboral a buscarse la vida», defiende Najat. Por ello, Delicatessen mantiene dos vertientes de actividad: por un lado, la cocina y el catering de platos tradicionales y, por otro, la formación.

En el colegio público Mario Benedetti han conseguido la sala de informática para dar clases. También, disponen de la biblioteca de este mismo centro para realizar tertulias. Además, en la Cañada Real utilizan un espacio para impartir clases de árabe a niños y niñas los fines de semana y, durante la semana, cada lunes y miércoles, lo utilizan ellas para sus actividades. «Colaboran en el proyecto algunas voluntarias españolas como Rocío Mellado, Olga Fernández y Esther Ramírez. Las demás somos todas de Marruecos. También hay un hombre. Queremos que venga más gente de otros países y de Rivas también», reclama Najat.

Pese a que ya existen en el municipio talleres de alfabetización para mujeres, como los cursos de la Concejalía de Mujer que imparten voluntarias, desde Delicatessen plantearon una forma práctica de aprender el lenguaje: a través de los talleres de cocina. «Vimos demanda de aprender no sólo el abecedario, ya que había muchas mujeres que llevaban así años y necesitaban otra manera. Una que sabe hacer pan, por ejemplo, explica cómo hacerlo, usa verbos como amasar y aprende el lenguaje de las cosas prácticas», ilustra Najat.

Este año, además, las mujeres que asisten a las clases han aprendido a confeccionar su currículo y a abrirse una cuenta de correo electrónico. «De momento no estamos aún con cosas de ocio», puntualiza Najat, vecina de Rivas desde hace diez años. Con los menores ofrecen apoyo escolar y, además del espacio con el que cuentan en la Cañada, la voluntaria Rocío les cede una ludoteca privada los sábados por la mañana.

EMANCIPACIÓN LABORAL

La otra vertiente de Delicatessen Árabes parte de la idea de emplearse en aquello que mejor se les da. Emanciparse a través de la gastronomía y de la artesanía típica de sus pueblos: «El proyecto como tal ya existía, la idea principal era la escuela de cocina y el catering. Pero queríamos montarlo como cooperativa para que el proyecto se autofinanciase solo y fuera una salida laboral: una escuela para formar a la gente y formarse una misma, por un lado, y luego el catering para vivir de ahí y tener un puesto de trabajo», aclara Najat.

Pero el duro sistema fiscal que rige para las personas autónomas, con unas elevadas cuotas mensuales, chocó de frente con la idea de la cooperativa. «Teníamos que estar dadas de alta como autónomas tres personas, así que era imposible», lamenta. Por ese motivo se constituyeron como asociación, con la experiencia previa del voluntariado de algunas de sus integrantes. Najat, por ejemplo, había colaborado con el Centro Hispano Marroquí.

Además de trabajar como profesora de inglés, también tuvo un centro de baile en Lavapiés, desde donde comenzó a gestarse Delicatessen. «Ahí surgió el proyecto de cocina, de catering, de hacer llegar nuestras costumbres, de acercar lo que hacemos a la gente¿ la idea siempre ha existido, pero aquí vimos la necesidad y la hemos llevado», aclara.

CASA DE ASOCIACIONES

Para las fiestas y eventos del municipio en los que participan, -estuvieron en el octavo aniversario de la Casa de Asociaciones-, las mujeres de Delicatessen con el carné de manipulación de alimentos cocinan en sus casas. Las que aún no poseen el título, ya se han apuntado al curso gratuito de Cruz Roja. Para grandes eventos alquilan un obrador, pero con gran esfuerzo. «Nos cuesta unos 150 por un día», señala Najat.

La entrevista tuvo lugar una semana antes de la fiesta del Ramadán, evento que las mantenía concentradas e invirtiendo todos sus esfuerzos. La cita se celebró el pasado 19 de junio, y entre los colores tierra de los trajes y el aroma de las especies, la ciudadanía pudo conocer ese trocito del mundo árabe que representan las mujeres de Delicatessen.

«Queremos integrarnos con la gente de Rivas; estudiamos el alfabeto español y funciona, estamos contentas, saliendo del círculo y sacando a esas mujeres que saben coser, dulces, pero sólo lo hacen dentro de la casa», explicó Rahima Hitach, que vive en la Cañada, durante la celebración.

Delicatessen Árabes

Casa de Asociaciones. Avenida del Deporte, s/n.

Viernes de 10.00 a 12.00.

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