El Ayuntamiento de Rivas ha concluido las obras de la última fase del sector Las Colinas, en el barrio de Rivas Centro. Desde ayer está abierta a la ciudadanía una nueva zona de viales, junto al parque Aurelio Álvarez, y el último tramo de carril bici con el que se completa toda la avenida del mismo nombre.
En concreto, ya son accesibles las calles de Manuel Azaña y de Rosa de Luxemburgo en el tramo comprendido entre la avenida de Aurelio Álvarez y la avenida del Primero de Mayo, así como las calles de Eduardo López Hernando, de Agustín Sánchez Millán y de Paco Rabal -entre la calle de Eduardo Galeano y la calle de Gonzalo Torrente Ballester-. También, la calle de José Manuel Caballero Bonald.
«Este barrio, que a partir de ahora dispone de nuevas áreas de esparcimiento, es uno de los que está mejor comunicado de la ciudad», apunta el regidor ripense Pedro del Cura.
El citado parque, que se encuentra en la confluencia de las avenidas de Aurelio Álvarez con la de Levante, es una dotación solicitada en el último tiempo por los vecinos y vecinas de la cooperativa El Ensanche. Sus viviendas ahora lindan con esta zona de esparcimiento que cuenta con un parque de juegos para los más pequeños. Con la conclusión del tramo de la red ciclista que circunda este lugar, Rivas pasa a tener una veintena de kilómetros construidos que conectan el municipio de punta a punta, de Este a Oeste.
ARTERIA URBANA MUY TRANSITADA
La avenida de Aurelio Álvarez, una de las arterias más importantes de la ciudad, que facilita el acceso desde la entrada a Rivas por el kilómetro 17 de la A3 hasta la avenida el Auditorio Miguel Ríos, se ha ido ampliando en los últimos años hasta alcanzar la avenida Juan Carlos I. El último tramo se inauguró en agosto de 2013, tras un año de obras, y mejoró así la movilidad de las personas residentes en la zona comercial, residencial y de ocio de Rivas Futura.
La prolongación de la avenida de Aurelio Álvarez se inició con los trabajos sobre el viaducto en las vías de la línea 9 de metro, en abril de 2011. La conclusión de este vial supone de hecho la resolución del gravísimo problema que ha supuesto durante décadas para Rivas estar partida en dos por un vertedero incontrolado. El cierre definitivo de este basurero, en 2008, y su recuperación medioambiental tras descontaminar la zona y convertirla en un espacio de uso colectivo, ha devuelto a la ciudad el uso de un espacio muy transitado por la ciudadanía ripense.
Entre 1967 y 1978, la ciudad de Madrid arrojó allí, de modo incontrolado, seis millones de toneladas de basura. Tras 16 meses de obras y la inversión de 48 millones de euros, el Ayuntamiento de Rivas finalizó en 2008 la descontaminación del vertedero, construyendo en su lugar un inmenso espacio verde urbano de más 70 hectáreas del que disfrutan los ripenses y que cuenta con un auditorio al aire libre, el Miguel Ríos, con capacidad para 35.000 espectadores, y el nuevo Recinto Ferial que acoge desde hace cuatro años las Fiestas de Rivas.
