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Texto: Emilio Silva
La historia reciente de Rivas y Nagasaki (Japón) está marcada por las heridas de la guerra. En Rivas, la batalla del Jarama (1937) no dejó piedra sobre piedra. En Nagasaki, la bomba atómica (1945) dejó 75.000 muertos y miles de afectados. Ahora, gracias a un programa de colaboración, los chicos y chicas de ambas ciudades trabajan juntos para conocerse mejor y adelantar el fin de las armas nucleares.
Se trababa de un lugar estratégico para las comunicaciones del Gobierno con la costa. Por allí llegaban los suministros a la capital que era un punto fundamental en la resistencia de las fuerzas legales. La ofensiva comenzó el 6 de febrero de 1937. Fue una emblemática batalla a la que se han dedicado libros y canciones mundialmente conocidas.
El ejército sublevado tenía un interés especial es tomar esa posición porque hacerlo era dar un vuelco en el devenir de la guerra. Rivas fue uno de los principales escenarios de la Batalla del Jarama en la que murieron 15.000 soldados y otros miles fueron heridos. Entre ellos, muchos miembros de las Brigadas Internacionales que viajaron hasta España para ayudar al Gobierno contra los militares que habían dado un golpe de Estado.
Rivas fue uno de los principales escenarios de la Batalla del Jarama en la que murieron 15.000 soldados y otros miles fueron heridos
En Japón, la segunda guerra mundial tocaba a su fin. Los aliados querían asestar un golpe duro para terminar la contienda bélica. El 9 de agosto de 1945 el bombardeo despegó en un vuelo que protagonizaría uno de los grandes horrores de la historia de la humanidad. El aeroplano Bockscar surcó el cielo llevando en sus tripas un infierno; la segunda bomba atómica que se lanzó sobre población en una guerra.
El proyectil se llamaba ‘Fat Man’ y calló sobre la ciudad japonesa de Nagasaki. Con su sola explosión murieron inmediatamente 75.000 personas. Se calcula que otras 60.000 fallecieron posteriormente por las secuelas y los efectos secundarios de la radiación.
El proyectil se llamaba ‘Fat Man’ y calló sobre la ciudad de Nagasaki. Con su sola explosión, murieron inmediatamente 75.000 personas
Estas dos ciudades comparten un pasado vinculado al terrible tiempo de una guerra y el destino las ha unido muchos años después para fomentar la cultura de la paz y utilizar el recuerdo de ese pasado para que nunca más se repita.
«Este proyecto comenzó cuando en octubre de 2012 Rivas Vaciamadrid entró a formar parte de la Conferencia de Ciudades por la Paz, una red a la que pertenecen 5.500 municipios de todo el mundo y cuyo objetivo fundamental es trabajar por el desarme nuclear», explica el alcalde, José Masa.
El proyecto se desarrolla en diferentes ámbitos. Uno de ellos es el educativo. Dos IES ripenses, el Europa y Las Lagunas, se implicaron en el proyecto. Sus alumnos asistieron el pasado 30 de enero a una videoconferencia en la que pudieron conversar con un superviviente del bombardeo de Nagasaki.
Para muchos de los estudiantes fue una experiencia interesante y conmovedora. Noelia Muñoz, del IES Europa, explicaba la impresión que le causó: «Es muy duro imaginar que alguien, que es casi de nuestra edad, vive una experiencia como ésa y tiene que dejar los estudios para ponerse a trabajar». Alejandro Olmos, del IES Las Lagunas, comentaba tras la videoconferencia que «haber tenido contacto con un hombre que vivió una tragedia como ésta es inolvidable para mí».
«Es muy duro imaginar que alguien, que es casi de nuestra edad, vive una experiencia como ésa y tiene que dejar los estudios para trabajar»
La asociación Soka Gakkai, que tiene su sede en Rivas y que colabora en el proyecto, llevó a los dos centros educativos la exposición: «De una cultura de violencia a una cultura de Paz: hacia la transformación del espíritu humano». A partir de ella, los estudiantes comenzaron una recogida de firmas, en las calles de Rivas, por la abolición de las armas nucleares.
El pasado 2 de noviembre, una delegación de Soka Gakkai, entregó al alcalde de Nagasaki, en el nombre de Rivas, unas grullas de papel que habían sido hechas por los estudiantes ripense y un videomensaje grabado por José Masa, en el que éste ofrecía la colaboración de la ciudad para construir un futuro sin guerra ni armas nucleares.
El alcalde nipón, Tomihisa Taue, agradeció los regalos y se congratuló de sentirse acompañado, en su trabajo por la paz, por ciudades como Rivas. Ahora el alcalde de Nagasaki ha hecho una propuesta: que su ciudad y Rivas, que vivieron los compartieron la experiencia de los horrores de una guerra, estrechen sus lazos con el recuerdo de esa tragedia y el deseo de trabajar por un mundo en paz.
BATALLA DEL JARAMA
Esa invitación hará que se profundice en el proyecto y que el recuerdo del bombardeo de Nagasaki y la batalla del Jarama sirvan de punto de partida para recordar y reflexionar sobre la paz. Por esa razón se va a desarrollar un proyecto que permitirá a los institutos de Rivas realizar trabajos en común con centros de enseñanza media de Nagasaki.
Asimismo se extenderá la propuesta a más centros educativos ripenses, para fomentar el reconocimiento entre ambas ciudades y compartir proyectos y objetivos. Las firmas que recogieron los estudiantes de Rivas por las calles de la ciudad serán enviadas a la sede de la Organización de Naciones Unidas en Ginebra. Con una carta en la que se explica y reclama el fin de la existencia de las armas nucleares. Y las dos ciudades seguirían construyendo un futuro sin bombas, en el que la guerra nunca sea la respuesta para resolver un conflicto.
