Un grupo de 60 personas voluntarias, integrantes de la asociación Intertiempo Rivas, lucha por que la comida no se deseche en el municipio. «Mientras que se tiran o desechan alimentos, hay familias que necesitan ayuda para comer», recrimina Margarita Álamo, impulsora de esta iniciativa. Esta ripense, cansada de detectar como las consecuencias de la crisis económica se hacían palpables en su ciudad, ideó la Red de recuperación de alimentos.
El objetivo: conectar a quienes tienen necesidades para alimentar a su familia con los comercios que desechan sobrantes en buen estado. La red, que funciona desde octubre, trabaja en equipos de personas que se distribuyen el trabajo en las seis zonas en las que han dividido el territorio ripense. «Así logramos mayor eficacia y cercanía», anota.
La RAA conecta a quienes tienen necesidades para alimentar a su familia con los comercios que desechan sobrantes en buen estado
Cualquier persona puede acercarse a uno de los once punto en los que se recogen alimentos: la Casa de Asociaciones, cafetería del CERPA, papelería Maribel, panaderías Dolce & Café y Arte & Sano, barracones 15M, Kokodrilo Funky, tienda de ropa ‘Monetes’, Ascen Peluqueros y bar Acala. O contactar con ellos en: redderecuperaciondealimentos@hotmail.es , 622.888.076 o las redes sociales: Facebook o Twitter.
«No podemos quedarnos pasivos ante las consecuencias de la crisis. Necesitamos que más personas se adhirieran al proyecto», expresa Margarita. «Hemos repartido desde diciembre 1.500 kilos de comida y si tuviéramos un local podríamos gestionar mucha más comida para repartir en Rivas», remacha. Comida que, por ejemplo, distribuyeron a 20 familias del ‘proyecto madres’ de la asociación Intertiempo Rivas.
El principal objetivo de la red apunta a los comercios y grandes superficies en las que el despilfarro de comida y otros bienes se cifra en más de 9.000.000 de toneladas al año en España.
«La Panadería Arte & Sano nos da sus excedentes cada día, ‘Monetes’ hizo descuentos del 5% a la gente que entregó un kilo de comida durante el período de rebajas y la nave Kokodrilo Funk cobró la entrada a uno de sus espectáculos con un kilo de alimentos», anota Margarita enumerando las iniciativas de los negocios locales.
